jueves, 3 de marzo de 2011

EL EFECTO PURPURINA

Todos conocemos a alguna persona capaz de encantar a quien sea –independientemente de cual sea su edad o sexo– con una simple sonrisa. Son seres que se deslizan por la vida con soltura, que saben lo que quieren y cómo conseguirlo; pero, sobre todo, son maestros en el arte de purpurizar.
En Los siete soles de la felicidad, Lucía habla de las hadas purpurizadoras. En el mundo de Barbie –lo siento, tengo una hija de cuatro años– son las hadas que acuden a las fiestas para hacer que los vestidos de las princesas brillen y deslumbren.
En la vida real son esas personas que brillan y encandilan a su paso. Lo cubren todo de purpurina… Y todos quedamos encantados con sus destellos y su magia.
Hay algo en su forma de expresarse, de mover las manos, de caminar, de sonreír, de mirar… que hipnotiza. Son sensuales, seductoras e inteligentes.
La diferencia entre un sol cotidiano y una hada purpurizadora es que el primero brilla por bondad y el segundo por interés. No me malentendáis, no hay nada malo en mirar por uno mismo, en quererse y en usar bien tus herramientas para conseguirlo. Pero hay que ser consciente de que la purpurina no dura, tarde o temprano cae, se disipa… Y si detrás de esos destellos no hay una buena persona,  el efecto purpurina no habrá servido de mucho.

5 comentarios:

  1. Eres un solete. Gracias por esta novela que te acerca a las cosas sencillas y a las buenas personas. Todos tenemos buenas personas muy cerquita. A veces tanto que no las vemos a simple vista. ¿Será astigmatismo?

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  2. Isma tiene toda la razón.
    ¡Me ha encantado lo del efecto purpurina, Esther!
    Un abrazo lleno de destellos mágicos...

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  3. Gracias, Nikosia! Tus destellos mágicos son los mejores.
    Isma, muy bueno lo del astigmatismo emocional. Ese tema da para todo un libro de autoayuda ;-)

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  4. Me ha encantado esta entrada...lo del efecto purpurina, he conocido algunas personas de ese tipo...
    Ahora vivo con una, que encandila, que seduce, que brilla, pero que en el fondo de su corazón, después de caérsele la purpurina, es buena persona, y hace que los que están a su alrededor brillen!!Y eso es muy bueno!!

    Un saludo,

    Rebeca.

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  5. Totalmente de acuerdo, Rebeca! Hay personas que tienen la habilidad de "sacar brillo" a quienes les rodean. Son hadas que contagian su purpurina y como tú dices "hacen que los demás también brillen". Tienes suerte de tener cerca alguien así.
    Un saludo!
    Esther

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